miércoles, 1 de abril de 2009

Negocio con la educación

Les cobran por todo en una escuela para los hijos de obreros




El Centro de Estudios CTM, que se creó con el “objetivo irrenunciable” de velar por “la educación de los hijos de los obreros”, se ha convertido, de acuerdo con padres de familia y empleados, en un negocio que genera millones de pesos en ganancias en cada curso escolar.

Padres de familia de ese centro escolar, que incluye dos escuelas secundarias, dos preparatorias y cinco de licenciatura, aseguran que a sus hijos “les cobran por todo”, incluso tres pesos diarios por dejar sus vehículos en el estacionamiento del plantel, así como cursos obligatorios con precios superiores a mil pesos.

También dicen que están obligados a pagar elevadas sumas por inscripciones, mensualidades y compra de uniformes, además de que sus hijos tienen que participar en actividades deportivas y escolares que generan fuertes gastos.

Maestros del plantel igual se quejan de que no cuentan con Seguro Social ni generan antigüedad, ya que cada seis meses firman contratos eventuales.

Padres de familia y maestros se atrevieron a hablar luego de darse a conocer la forma cómo manejó el centro escolar el caso de Naomi Ojeda Peraza, quien cayó del tercer piso de la secun- daria y sufrió graves lesiones por falta de atención oportuna.

“Educación gratuita” El Centro de Estudios CTM, A.C., surgió el 26 de octubre de 1987 como una institución civil para “proveer y garantizar educación gratuita para los hijos de los obreros de la Federación Yucateca”. Padres de familia dicen que esto “dista mucho de ser una realidad en nuestros días”.

“Te piden dinero por todo y a los jóvenes que salen de la secundaria estatal los orillan a entrar a la preparatoria particular reprobándolos en los exámenes de selección de la (preparatoria) estatal”, comentó una madre de familia cuyo hijo es alumno regular de la prepa particular.

Según las convocatorias del plantel, para acceder a la preparatoria particular “Conrado Menéndez Díaz” hay que pagar 650 pesos de curso propedéutico, $700 de inscripción, $700 de la primera mensualidad y $130 por una playera de uniforme.

En la preparatoria estatal CTM se deben depositar 140 pesos de “colaboración” y mil pesos de inscripción. Además se condiciona a los alumnos a tomar dos cursos extracurriculares: Informática para Investigación e Informática para Proyectos, con tarifa de $1,200 cada uno. El derecho a presentar examen extraordinario cuesta $90 y la inscripción a una actividad deportiva o recreativa, $70.

En la secundaria estatal “Gonzalo Navarro Báez”, con turnos matutino y vespertino, la inscripción es de $350.

En el Centro de Estudios Superiores “Justo Sierra O'Relly” —que ofrece las carreras de Contaduría, Psicología, Administración, Derecho e Informática— a los alumnos que concluyen sus estudios se les condiciona a pagar un seminario de titulación de siete mil pesos para tener derecho a hacer tesis. Los exámenes extraordinarios cuestan 150 pesos y se cobra un peso por un pedazo de papel higiénico en los baños.

La plantilla docente Un ex profesor del Centro de Estudios Superiores dijo que a los maestros les pagaban 60 pesos por hora, pero este año les dieron un aumento.

“Nos pagan $65 por hora y no podemos quejarnos de las políticas internas porque nos amenaza el director (Luis Echeverría Navarro) con quitarnos nuestras horas y sacarnos de la escuela.

“El problema es que no generamos antigüedad, ya que cada seis meses firmamos contrato como eventuales. Además, sólo cinco de 80 maestros de la Escuela de Derecho, por ejemplo, tienen Seguro Social”, añadió.

“Cuando nos enfermamos tenemos que pagar con nuestro dinero la consulta y medicamentos”, explicaron otros profesores, quienes afirmaron que en ocasiones imparten clase hasta a 50 ó 60 alumnos en un salón.

Malos manejos Un profesor informó que recientemente le quitaron sus horas en “forma injustificada” a una profesora de la escuela de Derecho porque, al parecer, denunció ante el director “la venta de exámenes a los alumnos” por los propios maestros y “malos manejos” en el plantel”. También dijo que la profesora solicitó ayuda a Mario Tránsito Chan, presidente del Consejo Directivo del Centro de Estudios CTM, para que le devuelvan sus horas de trabajo como docente, pero no tuvo suerte porque “en realidad en la escuela se hace lo que (el director) Luis Echeverría quiere”.— José Miguel González Rivero

Fuente:www.yucatan.com.mx

No hay comentarios:

Publicar un comentario