MÉXICO, DF.- La Cumbre de Líderes de América del Norte, a realizarse en Guadalajara, se verá dominada por temas financieros, y difícilmente habrá avances en el caso de las visas con Canadá, coincidieron académicos de instituciones especializados en las relaciones de México con sus vecinos del norte.
El académico del Departamento de Estuidos Internacionales de la Universidad Iberoamericana, Javier Urbano Reyes, sostuvo en entrevista que ésta será "una cumbre de dos más uno".
Es decir, México y Estados Unidos tratarán con intensidad sus temas bilaterales con una agenda muy consolidada en materias de violencia, militarización y seguridad.
Mientras tanto, agregó, "Canadá será el invitado que no habla, que no dice nada y que está muy cómodo en su posición de no intervenir", pero al que le interesa el tema comercial, aunque más centrado en lo bilateral con Estados Unidos.
Sobre el problema entre México y el país de la hoja de maple por las visas, Urbano Reyes señaló que difícilmente se logrará algo, si bien confió en el sentido común de las autoridades mexicanas para no aplicar una política "espejo" en esa materia.
De acuerdo con Notimex, en cuanto a México y Estados Unidos, anticipó que no habrá avances en materia migratoria pues el tema lo dominan los intereses de grupo, medios de comunicación y capitales en el Congreso norteamericano, más que las decisiones del Poder Ejecutivo.
Asimismo confió en que los tres líderes tengan la sensibilidad para hacer un pronunciamiento sólido respecto del golpe de Estado en Honduras, porque la situación implica un retroceso de 20 años en el proceso democratizador de Centroamérica.
En relación a temas económicos, el doctor José Luis de la Cruz Gallegos, profesor-investigador del Departamento de Finanzas y Economía del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), consideró que la cumbre puede generar resultados palpables.
Explicó que la reunión de los mandatarios puede llevar los pactos económicos ya existentes a un "segundo nivel"; es decir, aprovechar las ventajas comparativas de los tres países para reforzar sus intercambios.
Recordó que la crisis económica obligará a los empresarios a reordenar y cambiar su forma de hacer negocios, reducir sus costos laborales y logísticos, lo que puede -y debe- beneficiar a México.
Lo que México debe hacer, dijo, es aprovechar esta situación para que los planes de rescate financiero emprendidos por Estados Unidos para algunas de sus grandes empresas (como las automotrices), repercutan también en las filiales mexicanas.
De la Cruz Gallegos advirtió que existen ventanas de oportunidad en los sectores automotor, electrónico, de computación y maquinaria, para que México haga buenos negocios sobre todo con Estados Unidos y en alguna medida con Canadá.
Previó que la agenda bilateral entre México y Estados Unidos dominará el escenario, mientras que las conversaciones con Canadá se centrarán en el tema de las visas.
Aun así, recordó que México tiene una nueva agenda en cuanto a la apertura del mercado laboral no sólo con Estados Unidos, sino también con Canadá, país que ya ha resentido pérdidas por la aplicación de visas a mexicanos.
Por su parte, el maestro Tomás Milton Muñoz, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, consideró que los tres países pueden aprovechar el momento para profundizar sus relaciones económicas, no sólo a través del TLC.
Explicó que además del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), donde cada uno de los tres países tiene intereses particulares que difícilmente se moverán, existen otros mecanismos como la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN) que puede dar salida a trabas económicas.
Igualmente se pueden encontrar acuerdos en materia aduanal y es posible esperar pronunciamientos conjuntos en cuanto a la modificación de instituciones financieras globales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial.
Milton Muñoz consideró que los pronunciamientos que se hagan tras esta cumbre no traerán ventajas inmediatas, pues se quedarán en el nivel político y tardarán en aterrizar en la realidad.
Como ejemplo de ello citó el caso de los acuerdos en materia de tráfico de armas de Estados Unidos hacia México que tanto se mencionaron en la visita del presidente Barack Obama en abril, y que a la fecha no se han cumplido.
Sobre el tema de las visas con Canadá, el académico anticipó que no habrá un acuerdo concreto, sino tal vez sólo el anuncio de la creación de un grupo de trabajo para discutir el tema.
Respecto de la situación en Honduras, anticipó que difícilmente Estados Unidos cambiará su postura como desea el depuesto presidente José Manuel Zelaya Rosales.
Aunque se prevé que los tres países ratifiquen su rechazo al golpe de Estado, probablemente Estados Unidos mantenga también la postura crítica que tuvo hacia el gobierno de Zelaya en cuanto a sus actos políticos que crisparon el escenario en Honduras antes del golpe.
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